Fácil
45 minutos
12 porciones
Para la masa quebrada: | |
250 g | harina |
85 g | azúcar |
170 g | mantequilla |
3 cucharadas | soperas de agua fría |
Grasa para los moldes (de unos 9-10 cm de diámetro) | |
Para el relleno: | |
1 | sobre de puding de vainilla en polvo |
400 ml | leche |
40 g | azúcar |
100 ml | nata para montar |
100 g | cranberries (arándanos rojos) secos |
1 lata | de albaricoques (425 ml) |
80 g | mermelada de albaricoque |
20 g | nueces de California |
Mezclar la harina con el azúcar. Agregar la mantequilla a trocitos y verter el agua por encima. Amasar hasta conseguir una masa lisa. Estirar la masa sobre una superficie enharinada y luego disponerla en los moldes engrasados (o bien en un solo molde grande, de 26 cm de diámetro). Pinchar varias veces la masa con un tenedor. Colocarla en la nevera durante una hora. Precalentar el horno a 200°C (Gas: nivel 3-4, Convección: 180°C) y hornear durante unos 12-15 minutos. Dejar enfriar.
Desleír el pudding en polvo en 100 ml de leche. Hervir el resto de la leche con el azúcar. Agregar la mezcla de puding y hervir. Dejar enfriar. Montar la nata. Batir bien el puding y agregar la nata montada. Añadir unos 2/3 de los cranberries. Untar los fondos de los moldes con la crema de vainilla.
Dejar escurrir los albaricoques y colocarlos encima de la crema con la parte arqueada hacia abajo. Agregar el resto de cranberries a la mermelada y verter la mezcla por encima de los albaricoques. Picar las nueces y espolvorear por encima.